Algo que se llama ternura…
Para hablar de la ternura hay que hablar de los sentimientos. Y como hay sentimientos que son confusos, que nos recrean al mismo tiempo que nos angustian, no sabemos si sentimos dolor por haber perdido algo, o alegría por haberlo tenido. Y lo que estamos sintiendo en esos momentos es toda la ternura que despierta lo añorado, y siempre que pensemos en ello sonreiremos entre lágrimas…
Pues eso es la ternura, una sonrisa capaz de producir una lágrima.
Pero en nuestro corazón hay algo más que ternura, también hay nostalgia, la que nos aflige con recuerdos irresistibles, profundos, que nos llevan hacia el arrepentimiento… ¡Cuantos arrepentimientos tenemos en nuestras vidas!... Ya hemos pasado gran parte de ella buscando la razón de la sin razón, que no existe. Y hemos revivido miles de veces momentos buscando lo que se nos habría escapado… Y si olvidamos poco a poco las amarguras, nos encuentraremos de pronto recreando sólo los momentos de placer para deleitan nuestro espíritu.. Y dentro seguimos sintiendo dolor pero nosotros trasmitimos que fuera hay placer: eso es nostalgia, no ternura.
Y nos preguntamos ¿cómo es posible sentir dos contrariedades semejantes? Y no tardaremos en descubrir que no son contrariedades, sino dos sentimientos que se completan en tu interior y que te producen la increíble sensación de ser feliz…
Amigos… Pues ¡acabamos de descubrir la felicidad! por paradójico que parezca; dispongámonos a disfrutar de ella.
¿Realmente qué es lo que ocurre? Ocurre que en la vida hay muchas lágrimas, demasiadas, lágrimas que van endureciendo nuestro corazón, cubriéndolo con una corteza anormal que nos hace creer lo contrario, y fuimos guardando todo muy adentro para conseguir ser felices, y no es así, nos sentimos mucho más desgraciadas porque queremos ignorar que es imposible vivir con el dolor de un callo en el corazón, y ese dolor tremendo es lo que nos está oprimiendo y nos oprimirá mientras no cambiemos. El corazón nos seguirá palpitando y nos segurá doliendo, pero aún así nosotros seguimos adelante a pesar de nuestro sufrimiento. Sí, seguiremos ignorando que nuestro corazón está hecho para sentir amor, amor capaz de despertar ternura, amor que causa placer y que causa dolor… Y, si lo pensamos un poco podemos descubrir lo que verdaderamente nos resulta importante y lo que realmente carece de importancia, y es entonces dejaremos de lamentarnos y de llorar porque sabremos que los lamentos y los llantos nos impiden ver el sol, las estrellas y todo lo hermoso que nos rodea.
¡Cuánto lastre arrastramos por la vida!... Sabemos que la felicidad no está construida a base de renuncias y abstenciones, porque lo que haces es lo único que cuenta. Entonces, tenemos que cambiar el “no voy a…” por el “voy a…”, y así será auténtico nuestro propósito.
Hay que comenzar el resto de nuestra vida de este modo porque sólo así sentiremos felicidad y ternura.
Carmen Formoso Lapido
Para hablar de la ternura hay que hablar de los sentimientos. Y como hay sentimientos que son confusos, que nos recrean al mismo tiempo que nos angustian, no sabemos si sentimos dolor por haber perdido algo, o alegría por haberlo tenido. Y lo que estamos sintiendo en esos momentos es toda la ternura que despierta lo añorado, y siempre que pensemos en ello sonreiremos entre lágrimas…
Pues eso es la ternura, una sonrisa capaz de producir una lágrima.
Pero en nuestro corazón hay algo más que ternura, también hay nostalgia, la que nos aflige con recuerdos irresistibles, profundos, que nos llevan hacia el arrepentimiento… ¡Cuantos arrepentimientos tenemos en nuestras vidas!... Ya hemos pasado gran parte de ella buscando la razón de la sin razón, que no existe. Y hemos revivido miles de veces momentos buscando lo que se nos habría escapado… Y si olvidamos poco a poco las amarguras, nos encuentraremos de pronto recreando sólo los momentos de placer para deleitan nuestro espíritu.. Y dentro seguimos sintiendo dolor pero nosotros trasmitimos que fuera hay placer: eso es nostalgia, no ternura.
Y nos preguntamos ¿cómo es posible sentir dos contrariedades semejantes? Y no tardaremos en descubrir que no son contrariedades, sino dos sentimientos que se completan en tu interior y que te producen la increíble sensación de ser feliz…
Amigos… Pues ¡acabamos de descubrir la felicidad! por paradójico que parezca; dispongámonos a disfrutar de ella.
¿Realmente qué es lo que ocurre? Ocurre que en la vida hay muchas lágrimas, demasiadas, lágrimas que van endureciendo nuestro corazón, cubriéndolo con una corteza anormal que nos hace creer lo contrario, y fuimos guardando todo muy adentro para conseguir ser felices, y no es así, nos sentimos mucho más desgraciadas porque queremos ignorar que es imposible vivir con el dolor de un callo en el corazón, y ese dolor tremendo es lo que nos está oprimiendo y nos oprimirá mientras no cambiemos. El corazón nos seguirá palpitando y nos segurá doliendo, pero aún así nosotros seguimos adelante a pesar de nuestro sufrimiento. Sí, seguiremos ignorando que nuestro corazón está hecho para sentir amor, amor capaz de despertar ternura, amor que causa placer y que causa dolor… Y, si lo pensamos un poco podemos descubrir lo que verdaderamente nos resulta importante y lo que realmente carece de importancia, y es entonces dejaremos de lamentarnos y de llorar porque sabremos que los lamentos y los llantos nos impiden ver el sol, las estrellas y todo lo hermoso que nos rodea.
¡Cuánto lastre arrastramos por la vida!... Sabemos que la felicidad no está construida a base de renuncias y abstenciones, porque lo que haces es lo único que cuenta. Entonces, tenemos que cambiar el “no voy a…” por el “voy a…”, y así será auténtico nuestro propósito.
Hay que comenzar el resto de nuestra vida de este modo porque sólo así sentiremos felicidad y ternura.
Carmen Formoso Lapido
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola. Sé bienvenido a mi blog. Vuelve cuando quieras. GRACIAS,amigos.