Cuando no pude más…
Cuando no pude más tomé mi decisión de caminar hacia el cambio, hacia mi cambio. Y me decidí a dar el primer paso: cortarme el pelo. Y me lo corté…Y cuando fue un hecho dejó de ser solo una torturante idea. Ese fue el primer paso para dar un cambiazo a mi vida, porque esa vida que yo llevaba me producía los efectos de muchos males psíquicos, como insomnio, depre, cansancio físico e interior, pesimismo, crisis de identidad personal y espiritual, imposibilidad de sentir empatía, y por no sentir no sentía compasión por nada… Además ya me había hecho adicta a las pastillas para dormir, que ya dejaban de producir el efecto anestesia, y lo único que hacían era retrasar el hecho de enfrentarme a mi misma… Y visualicé mi pasado y mi futuro y me di cuenta de que no podía visualizar mi presente. Y finalmente lo hice. Y cuando vi mi presente no me gustó nada, y tomé la decisión de cambiar ya.
Cambiar siempre es una constante que hay que tener en cuanta ante una suma de circunstancias (aunque sean pequeñas circunstancias, todas suman), pero es muy difícil hacer los cambios, es muy difícil decidirse, porque sabes que puedes encontrarte muchas cosas con las que no cuentas, y es mucho más cómodo seguir sin cambiar nuestros hábitos, porque los que tenemos dentro del subconsciente, y los cuales ni siquiera queremos recordar si son racionales porque permanecieron durante muchos años bloqueados deteriorando nuestra salud, y que durante mucho tiempo nos convirtieron en víctimas de nuestras propias elecciones. Sí, víctimas.
Tomar decisiones de cambio siempre es un riesgo, pero la recompensa para mí es muy grande, porque supuso el tener el control de mi vida, y eso es a lo que se aspira, y eso puede suceder y debe llegar. Algunas personas practican al tai chi, es decir, la meditación que proporcionan esos movimientos lentos y armónicos, con la respiración profunda y la concentración mental de los ejercicios, liberando la tensión y aflojando las articulaciones, permitiendo que el chi fluya libremente por todo el cuerpo… Y liberan los sentimientos. Yo me propuse hacer poemas para liberar los sentimientos que escondía en mi subconsciente, largos unos y cortos otros. Los poemas largos son la puerta hacia el diálogo interior, es tomarme un tiempo para pensar y soñar, es elevar los sentimientos para que nos ofrezcan una visión profunda de nuestro yo y de la vida, los poemas breves son acertijos intelectuales con forma de poemas cortos, no para resolverlos, sólo para que consideres los misterios de la vida, y que, cuando los leas, sueltes la imaginación dejándote guiar por ella y así puedas observar las divagaciones de tu mente al reflexionar sobre ellos....
Y también dejé los somníferos y adopté nuevos hábitos que me condujeron a finalizar el insomnio que me producía tanta frustración, lo que supone que consigo relajarme antes de acostarme manteniendo unas pequeña reglas: no tomo cafeína, me acuesto escuchando mantras, música zen suave en tono bajo y repito mis propios mantras, etc… Así he adquirido más concentración, más motivación, más confianza y más profundidad en la meditación… Es mi técnica. Y con ella conseguí estar en “on” y conectar con la serenidad. Con ellas he transformado las ideas y la intención en acción.
Escrito por CARMEN FORMOSO LAPIDO
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